Emergencia inusual que genera emergencia de salud pública por aumento de casos
En el transcurso del 2022 nuevamente se pronuncia la viruela símica proveniente del género Orthopoxvirus, de la familia Poxviridae, originaria principalmente de la selva tropical de África central y occidental; el aumento prudencial podría producirse por el cese de la vacunación contra la viruela, teniendo una letalidad del 3 al 6%.
Su nivel de transmisión se da por el contacto estrecho con lesiones, líquidos corporales, gotículas respiratorias y materiales contaminados como la ropa de cama. Desde la OMS se ha informado que no está claro si la viruela símica puede transmitirse específicamente por vías de transmisión sexual, sin embargo, se encuentran realizando los estudios pertinentes.
En una breve entrevista con el Dr. Rafael Baracaldo Médico Patólogo de la dirección científica de COLCAN informa que, para disminuir la transmisión zoonótica es importante tener en cuenta que los roedores son los principales transmisores por lo cual se debe mantener precaución en sus sangre, secreciones orales, nasales, el consumo de los mismos, entre otros; en el caso de las personas, la transmisión se origina desde gotas de secreción nasal, cutánea y elementos cerca al paciente infectando.
El período de incubación va desde los 6 a 13 días, pero puede variar entre 5 y 21 días este tiempo es un intervalo entre la etapa de infección y aparición de síntomas ligado por dos fases, la invasión de 0 a 5 días caracterizado por fiebre, cefalea, linfadenopatía dolor lumbar y la segunda etapa denominada erupción cutánea detectándose ronchas planas que con el paso de los días generan una especie de ampollas con secreción transparente o amarillenta, entre las zonas más afectadas se encuentran los genitales, el rostro, manos y pies, mucosas orales y en casos graves se pueden unir las lesiones y generar desprendimiento de zonas de la piel.
En Colombia, desde el pasado 23 de junio del 2022 se detectaron los primeros tres casos de viruela símica, a la fecha esta cifra ha aumentado prudencialmente hasta completar más de 790 alertas de las cuales aproximadamente 270 han sido casos confirmados.
Para la detección de la viruela del mono actualmente se cuenta con pruebas PCR las cuales dependen de la calidad y tipo de muestra; en algunos casos la preconizada que da a conocer la cadena de la polimerasa ideal para las muestras de lesiones cutáneas, en otros casos las pruebas pueden llegar a ser biopsias, desde la OMS indican que no es concluyente las pruebas PCR aplicadas desde muestras sanguíneas.
Partiendo de lo anteriormente mencionado, es sustancial mencionar que es una enfermedad autolimitada esto quiere decir que en la mayoría de casos la persona puede curarse por sí sola, sin embargo, el correcto tratamiento debe disminuir la sintomatología del paciente. Desde la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) se ha autoriza el uso de un antivírico (tecovirimat) en etapa de estudio, el cual no se encuentra disponible y se suministra bajo supervisión médica, para implementar cuidados adecuados frente a esta nueva emergencia de salud pública.